Riolobos. Breve noticia de una mañana de invierno.
Vista general de Riolobos desde la zona de las antenas en el alto de los olivares. ©José Vidal Lucía Egido La mañana del 23 de diciembre empezó fría. La niebla, muy densa, cubría los valles de Almonte, Tajo y Alagón. En la plaza de Riolobos, a las 10h, con el termómetro marcando 1º, las cigüeñas ya recibían los primeros rayos de sol y hacían tareas de aseo matutino. Un nutrido grupo de palomas revoloteaba en los tejados de la iglesia y algunas se posaban en la taza metálica de la fuente. Hay que ver la cigüeña,cuánto nos vale. Si no fuera por ella,cualquiera sabe. (Canción recogida por Agapito Marazuela) La intención primera de Robustiano y mía era hacer una ruta cogiendo el Camino del Monte , hacia las cercas, en la dehesa, para encontrarnos con la Vía de la Plata . Pero claramente ese plan necesitaba más tiempo. Así que decidimos coger el Camino de Galisteo para subir al alto de los olivares, junto a las antenas. Allí nos encontramos con J., hijo de S., vecino de la Plazuela