Tío Santos, el Tamborilero de Riolobos.

Detalle de tamborileros de hace tiempo: Vidal Hernández, "Remundaina", tamborilero de la Garganta de Baños (publicado por Jesús Majada); tamborilero anónimo (foto de Valentín Javier); Antolín Garrido, de Montehermoso (foto de García Matos) y tamborilero de La Alberca (foto de Tomás Martín).

Para Delfina y Honorio porque con ellos aprendimos lo de "Santos, el Tamborilero...". 

Ni olla sin tocino, ni boda sin tamborino, ni cena sin vino (Gonzalo Correas. Vocabulario de refranes y frases proverbiales)

Publicamos estas fotos de antiguos tamborileros como portada de esta entrada sobre tío Santos, el tamborilero de Riolobos, porque no disponemos de ninguna imagen sobre él. Es una pena no poder contar en este momento con una imagen de tío Santos, uno de los tamborileros más interesantes de la primera mitad del siglo XX en la provincia de Cáceres. Nuestro objetivo hoy es recopilar la variada información que hemos encontrado sobre él con la idea de seguir indagando para construir una biografía más completa de su trayectoria como músico popular.

Riolobos siempre ha sido tierra de tamborileros, al igual que muchos pueblos de nuestra provincia. En una entrada que publicamos en el último noviembre, "Riolobos. Hace años se vestía a Santa Catalina", citábamos que en 1777 el mayordomo de Santa Catalina de ese año, Simón González,  apuntaba el gasto de "9 r(eales) ael tamborilero de tocar a la func(ión)", pago que se repetía en años posteriores. Por ejemplo, en 1787 el mayordomo Juan Yzquierdo apunta entre los gastos: "Es data diez y ocho r(eales) que pagó al tamborilero para el dia del ofretorio (sic)". Al margen del apunte aparece la palabra Tamborino. Lo mismo en 1788 (con el mayordomo Manuel Copero) o en 1790 con el mayordomo Francisco Xavier Benav(en)te. Y como decíamos, no se aportaba en dichos apuntes el nombre ni la procedencia de los mismos. Quisiéramos pensar que eran vecinos de Riolobos.

Cuando era pequeño, el tamborilero del pueblo era tío Teodoro Bolega. Le recuerdo acompañando a los mozos en sus fiestas y quintas, tocando en las procesiones y recorriendo bares o tabernas con hombres del pueblo en días señalados. Santiago Rodríguez recuperó, de un presentación fotográfica sobre las fiestas de las Carantoñas de Acehúche, una interesante imagen en la que tío Bolega aparece, bien arropado con su pelliza, dispuesto con el tamboril y la flauta para tocar en la fiesta. (Santiago la publicó en su Facebook el 29 de enero de 2016). La otra imagen, con el cigarro en la boca mientras toca la flauta, nos la ha facilitado su hija Cele.

Pero, aunque éste sea el tamborilero de mi infancia, al que luego seguiría su hijo Moisés, el tamborilero que está en la memoria colectiva de las personas de Riolobos era tío Santos. Nuestros abuelos y nuestros padres siempre nos recordaban una copla que lo caracterizaba especialmente:

"Santos, el tamborilero, / hombre de mucha energía, / no se cansa de tocar / ni de noche ni de día"

El grupo de Coros y Danzas Zangaena ha recuperado felizmente esta copla y le ha añadido otras estrofas con letra de Saturnino Delgado Arroyo. Aparece incluida en su último disco "Herencias del Alagón".

 

Algunos datos sobre tío Santos

Santos nació el 1 de noviembre de 1879 y, dada la fecha de nacimiento, fue bautizado al día siguiente como Manuel de Todos los Santos. Su madrina fue Dolores Moreno. Manuel era hijo de Eladio Ginés, natural de Riolobos, y de Calixta Elvira, natural de Galisteo. Su abuelo paterno, Ramón Ginés, también era de Riolobos, pero su abuela, María Domínguez procedía de Santibáñez el Bajo. Los abuelos maternos, José Elvira y Benita Matías, eran, como su madre, de Galisteo. A pesar de que fue bautizado con el nombre citado, siempre aparecía y se le conocía como Santos Ginés Elvira.

El 4 de abril de 1904, con 24 años, contrajo matrimonio con Fermina Leandro Gallardo, también de 24 años. En la boda firmaron como testigos Marcos Lucía y Saturio Dillana. Era labrador (bracero pone en alguno de los padrones), como casi todos los hombres del pueblo, pero también era barbero. En el acta de matrimonio, el cura Francisco Herrera Rivero escribe que su oficio es "barvero" (sic).  Y todo ello lo completaba con el toque de la flauta y el tamboril, no sólo en Riolobos, sino también en otros pueblos de la comarca. Podríamos decir que, como otros tamborileros, era llamado para las fiestas de varios lugares (Cañaveral, Garrovillas, ...), que formaban lo que se podría llamar su zona de influencia. 

Tenemos algunas noticias de sus actividades. En el diario Nuevo Día (21/ 05/1927), diario al que ya nos hemos referido en otras ocasiones, en una noticia titulada "Desde Riolobos. Una fecha memorable" se narra la celebración que en el pueblo de Riolobos se hace por el cumpleaños de Alfonso XIII y "sus 25 años de reinado". Los actos los preside el alcalde del momento, Alfredo Panadero y Almazán (Fallecido en 1929, todavía puede verse la lápida con sus nombres y el de su mujer en el cementerio municipal. De las lápidas más antiguas que quedan). De uno de los actos del día, el redactor escribe:

La manifestación, precedida unas horas antes por el toque del clásico tamboril, manejado bastante bien por el industrial Santos Ginés Elvira, por las calles de este pueblo, con disparos de cohetes por empleados de este Municipio, que repartían caramelos a niños y niñas.

En el mismo diario (24/04/1924) desde Cañaveral se da noticia de que, con motivo de las fiestas de San Benito, "El domingo de Pascua, por la tarde, llegó el clásico tamborilero de Riolobos Santos Ginés Elvira, que era esperado por los chiquillos en las afueras de la población, empezando a correr por las calles en compañía de una extraordinaria troupe infantil". Se habla también de la "diana en la mañana del lunes que recorrió todo el pueblo" y de procesiones y bailes. Mucho trabajo para el tamborilero.

También tenemos noticias indirectas de sus actuaciones en Garrovillas de Alconétar. Nuestro añorado Julio Saavedra Gutiérrez escribió en Alkonetara.com unos Apuntes sobre la festividad de San Antón Abad en Garrovillas de Alconétar. En ellos hace referencia al protagonismo de tío Santos en dicha fiesta de Garrovillas. Llama la atención el recuerdo que hace Julio de nuestro tamborilero, porque él, por su fecha de nacimiento, no conoció a tío Santos ni sus "muchos años" de participación en la fiesta de San Antón, que debió ser por 1930. Su recuerdo y también la copla, que antes citamos y que Julio nos transcribe con variantes, permanecen por tanto en la memoria colectiva de Garrovillas. Son de gran interés también las coplas dedicadas a otros garrovillanos sanantoneros que Julio recuerda en su artículo. Cuenta nuestro amigo que en la víspera de la festividad se hacía una lumbre en la glorieta donde se esperaba "a los hermanos que habían salido de mañana en la “viajera”, a la estación de ferrocarril del Río Tajo a esperar al tamborilero que venía de Riolobos, el tamborilero que estuvo viniendo muchos años y que su hijo en alguna ocasión también lo hizo, era conocido como Santos el tamborilero". Y también trancribe la Copla alusiva a Santos, el Tamborilero (Popular), tal y como allí se recuerda:

Santos el tamborilero
hombre de mucha alegría,
que no deja de tocar
ni de noche ni de día.

Que bien toca, que bien toca,
para que bailen las mozas.

Tío Santos, como dice Luis Delgado Palacios, "era un hombre muy "versao", sacaba enseguida poesías y canciones". Una persona muy ocurrente. Luis nos contaba una anécdota que lo definía muy bien:

Decía mi abuela que en el bar de la Juliana (un bar que había por la Plaza de los Toros) entraron un día unas mujeres … (que) eran muy divertidas y entraron a tomar café y le dijeron a la Juliana: “Mira, los Santos Inocentes te lo pagarán” y estaba allí tío Santos y empezó con el tamboril:

El día de los Inocentes
tres mocitas muy "garbianas"
tomaron café de gorra
en casa de la Juliana
”.

Tío Santos falleció el 9 de febrero de 1954 con 74 años de edad. 

Tío Santos y su relación con el profesor, musicólogo y folklorista García Matos.

El profesor don Manuel García Matos (1912-1974) realizó una ingente tarea de recopilación de música, danza y canciones, que ha dejado publicada en múltiples obras, entre las que destacamos: "Lírica popular de la Alta Extremadura" (1944), "Cancionero popular de la provincia de Cáceres (Lírica popular de la Alta Extremadura vol. II)" (1982) y la "Magna Antología del Folklore Musical de España. 17 Lps." (1980). En el trabajo de recopilación contó con muchos informantes, entre ellos varios tamborileros, residentes en los pueblos cercanos a Plasencia: Antolín Garrido (de Montehermoso), Cándido Martín (de Azabal), Gregorio Felipe (de Palomero), Marcial Batuecas (de Santa Cruz de Paniagua), Higinio Martín (del Torno), Celedonio Béjar (de Casar de Palomero), Cesáro Campo (de Valdeobispo), Vicente García (de Ahigal), Paulino Bonilla (de Villa del Campo), Santos Ginés (de Riolobos), ...

 En la siguiente imagen (procedente de la Biblioteca del Congreso de los EEUU) observamos una página del cuaderno de campo (Alan Lomax Collection, Manuscripts, Spain 1952-53) del folklorista americano Alan Lomax, que realizó una fantástica tarea de recopilación del folklore en nuestra provincia en los años citados. Sus anotaciones están tomadas del libro Lírica popular ... de García Matos y en ellas figuran algunos de los tamborileros que acabamos de citar más arriba y, entre ellos, Santos Jinés (sic). El nombre del tamborilero de Montehermoso, Antolín Jarrido (sic), aparece tachado y a la derecha: dead the best drummer in Extremadura. En la parte inferior de la página: Garganta de Baños. Baños Montemayor. Vidal Hernández... El gran tamborilero de la Garganta de Baños, conocido como Remundaina.

Veamos alguna de las aportaciones que hace el tamborilero riolobeño y que García Matos publica en la Lírica popular de la Alta Extremadura (1944). Algunas las hemos comentado con José Francisco Delgado Fernández, que con el grupo Zangaena realizan una importante labor de recuperación del folklore riolobeño. Le agradecemos la información relevante que nos ha aportado sobre el tema. 

Para escuchar algunas de estas piezas recurriremos a Javier Cobeña que recoge en su canal de Youtube la interpretación de las mismas a partir de la partitura de García Matos.

 Nº 168. Toques del tamborilero para ir a buscar a los novios

 De "Lírica popular de la Alta Extremadura". García Matos.

Para escuchar esta pieza pulsar aquí.

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Nº 87. La maná

 De "Lírica popular de la Alta Extremadura". García Matos.

La maná son los regalos que los invitados hacen en especie a los novios para empezar a vivir. Por eso en la letra y música anterior, dictada por Santos Ginés, aparecen cuartillas y celemines. En la maná, dice García Matos, "se cantan coplas de ronda alusivas; solamente en el pueblo de Riolobos he encontrado una canción propia de esta costumbre,  y bien significativa por cierto...". Esta es la letra:



El profesor García Matos (pág. 82) aclara sobre la letra:  
Cuartilla: medida equivalente al cuarto de fanega.
Celemín: dozavo de fanega
La otra ni echa que dos rales (quiere decir "La otra no echa más que dos reales")
Por ahí se va a vivir ("Con eso se empieza a vivir")
 
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Nº 169 (pág. 378): Tálamo.

De Lírica popular de la Alta Extremadura. García Matos.

Interpretación de Javier Cobeña (pulsar enlace)

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(no la hemos identificado entre las que aparecen en García Matos)

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Nº 119. El cardo (paleos)

En los grupos de "Paleos" (García Matos, 1944: 346) aparece como primero el titulado "El cardo", dictado por "Santos Ginés, tamborilero de Riolobos".

 El Cardo. Interpretación de Javier Cobeña

Si pica el cardo, niña, en ti,
Pique o no pique, di que sí.
Si pica el cardo corredor
Pique o no pique, di que no."

A continuación de este primer paleo García Matos publica otros varios, pero sin citar quién los dictó. Algunos de ellos ya los había publicado entre las Danzas de los Negritos de Montehermoso y entre las danzas de Arroyomolinos de la Vera. Los que aparecen en este grupo, a continuación de El Cardo son: La Zarza (nº 120), El Grito (nº 121), La Sárnica (nº 122), La Gitanita (nº 123), La Garza (nº 124. Variante de la 120), Pulirito (nº 125), El Barquillo (nº 126), Danza que se ejecuta al salir la procesión (nº 127) y Pasa-Calle (nº 128). Todos, menos Pasa-Calle, tienen letra, pero no autor. Javier Cobeña los considera dictados por Santos Ginés. Los enlazamos en cada nombre para escuchar la interpretación de este tamborilero charro.

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Aunque no fue dictada por Santos Ginés,  queremos incluir aquí también, por su indudable interés, una Jota de Carnaval que fue dictada por la riolobeña Julia Granado. Añade García Matos, en nota al pie, que "se baila esta jota en Carnavales acompañada de zambombas, panderetas y almireces".

nº 177 (pag. 144) Jota de Carnaval. Dictó Julia Granado de Riolobos.

La zambomba está preñada
ha de «
paril» en Enero
ha de «paril» un chiquillo
que le llamen zambombero
.

¡Ay! la Flore, la Flore, la Flore
«Chiquetita», pero con amores"

Tres textos sobre la figura del tamborilero

En la revista Alcántara, nº 141, enero-diciembre de 1963, aparece un texto en verso "El tío Santos" (Estampa lugareña)" firmado por R. Sánchez Cayetano. En una primera lectura nos pareció que se trataba de nuestro tamborilero, primero por su publicación en la revista cacereña, pero, sobre todo, porque su último verso era «Santos el tamborilero». Una lectura más reposada nos hace suponer que se refiere posiblemente a un tamborilero de un pueblo salmantino. Algunas expresiones parece que lo señalan en este sentido (Los mozos en la calzada, / castañuelas en los dedos, / esperan que «la charrada» / les toque el tamborilero...), además de la fecha de publicación, nueve años después del fallecimiento de tío Santos y más aún de su vida activa como tamborilero. De todas formas este texto nos trae resonancias de los músicos de gaita y tamboril que tocaban a finales del XIX y principios del XX en nuestros pueblos, como tío Santos (pulsar en las imágenes para ampliarlas).

Hay otro texto que nos facilitó hace unos meses José Francisco Delgado Fernández. Es un cuento titulado "Simón el de Riolobos", escrito por el periodista Aurelio Álvarez Jusué y publicado en el diario LA VOZ, de Madrid (nº 1881, 2 de noviembre de 1926. pág. 7). Este sí nos parece que hace referencia y parte de la figura de tío Santos, aunque la historia que cuenta, muy tópica y con trazos melodramáticos, nada tiene que ver con la vida de nuestro músico. Transcribimos algunos aspectos de su tarea que pueden ser creíbles, pero evitamos los tintes melodramáticos de la historia, inventada y escrita como concesión gratuita a la sensiblería de los lectores de entonces.

"Conocí a Simón, el tamborilero de Riolobos, en la algarabía de la fiesta del «ramo» de San Sebastián, en el Rollo de Coria. Junto a la cruz de piedra, habíase sentado Simón, con el tamboril entre las piernas, el mazo en la mano diestra y la tosca flauta en la izquierda [...]

A una señal del mayordomo, Simón el de Riolobos comenzó a golpear el parche y a soplar la flauta, a cuya música monótona las hileras de mozas y mozos, una frente a otra, se agitaron a compás, punteando con gallardía la danza popular. [...]

Supe después la historia de aquel tamborilero de Riolobos, el más popular en las fiestas del contorno, el primero para animar bodas, «ramos» y romerías con su parche y su flauta, instrumentos que él mismo se fabricaba con sin igual maestría. 

Iba de pueblo en pueblo, con el tamboril colgado en la albardilla de su borriquillo, en cuyas alforjas, ... llevaba el hato con la meriendilla y la poca ropa ...

Así, llevando la mansa bestia del ronzal, Simón el de Riolobos había recorrido los polvorientos caminos de Garrovillas y Cañaveral, de Torrejoncillo y Portezuelo; había trepado por las escarpadas veredas de Gata y Hoyos y Cilleros... Alguna vez llegó con su música monocorde hasta las alquerías de Camino, Moriscos (sic) y Descargamaría..."

Y hay un tercer texto que Rafael Sánchez Ferlosio dedica en  su libro Alfanhuí al tamborilero de la Garganta de Baños, el citado Vidal Hernández, (a) Remundaina. El paisaje que describe es nuestro paisaje. La sorprendente historia de Alfanhuí se desarrolla en nuestras tierras del Alagón. Bien pudiera ser que este tamborilero que aparece en nuestra dehesa y en nuestros retamares, con el silbo y el tambor, fuera realmente el tamborilero de Riolobos. El de la Garganta vivía muy lejos. Sea como sea, la magistral narración que hace Ferlosio de la música entre las encinas y las retamas le dan al paisaje un halo de magia y fantasía. 

Vaya para todos los niños y niñas de Riolobos para que aprendan a mirar la dehesa y los retamares habitados por esos sonidos del tamborilero.

IX. DEL TAMBORILERO DE LA GARGANTA Y LA VENERABLE MUERTE DE «CARONGLO»

"... Con la primavera, bajó también por los encinares el tamborilero de La Garganta. El hilo del silbo se enredaba entre las encinas y el tambor vibraba en la tierra y despertaba a los lagartos. El tamborilero entró en el retamar. Alfanhuí, sentado en una piedra, lo divisó desde lejos y oyó su música que se acercaba. El tamborilero iba sorteando las retamas con las notas del silbo y pisando la tierra con los golpes del tambor. A ratos el silbo se quedaba solo y se perdía como una larga y antigua herida del viento; a ratos rompía el tambor, como un muerto que se levanta con airada alegría y volvía a enrollar todo el hilo suelto y perdido del silbo, como el hilo de la vida. El silbo y el tamboril jugaban a la ira y a la tristeza; a perderse y reencontrarse; jugaban al olvido y a la memoria; al vivir y al resucitar. Ahora cerca, ahora lejos; ahora, a subir; luego, a bajar; a ir, a volver, y daban todas las medidas del campo y de los caminos. El tamborilero pasó de largo. Ahora la tonada volvía a alejarse; con las últimas notas, Alfanhuí vio perderse la grupa del tamborilero entre las retamas."

Tamborileros de antes

 
Sí. Estos son los tamborileros de antes. Los que pusimos en la portada, pero sin rostro. Volvemos a mirarlos: Vidal Hernández, "Remundaina", tamborilero de la Garganta de Baños (publicado por Jesús Majada); Antolín Garrido, de Montehermoso (foto de García Matos); tamborilero anónimo en Cáceres (foto de Valentín Javier) y tamborilero de La Alberca (foto de Tomás Martín).
 
Además de estos me hubiera gustado añadir a tío Santos, el tamborilero de Riolobos, tocando también, como ellos, el tamboril y la flauta. Otra vez será.

Para consultar:

Coros y Danzas Zangaena: Herencias del Alagón.

Lírica popular de la Alta Extremadura. Unión Musical Española. Madrid, 1944.
(Re-edición facsimilar: Edición, introducción e índices de Mª Pilar Barrios Manzano. Bibliografía y Discografía de Carmen García-Matos Alonso. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, Cáceres 2000.)

Cancionero Popular de la provincia de Cáceres. Instituto de Musicología, del CSIC. Barcelona, 1982. Edición crítica por Josep Crivillé i Bargalló. 

Magna antología del folklore musical de España, interpretada por el pueblo español. Realizador: Manuel García Matos. Hispavox. Madrid. 1992 

Alan Lomax Collection, Manuscripts, Spain, 1952-1953 | Library of Congress 

Realización: ©José Vidal Lucía

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