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La luna llena del 7 de agosto. Ascendiendo tras su aparición en la ladera de la Montaña. Una leve mancha oscura en la parte inferior derecha señala el eclipse parcial. |
Hay tardes en que resulta interesante apostarse en el alto de la
Plaza de las Veletas para poder contemplar las variaciones de luces que nos ofrece el atardecer. Para este 7 de agosto se anunciaba además una luna llena que aparecería por el horizonte en plena hora azul. La salida se prometía acompañada de un eclipse lunar parcial, de los conocidos como de penumbra. Todo invitaba a coger los aperos y esperar en el alto de la ciudad antigua, mirando al saliente.
Nos colocamos
junto al arandel que separa las escaleras y la zona en rampa que vienen del
Rincón de la Monja hacia esta plaza. Un buen oteadero para divisar la ladera de la
Montaña por donde saldría la luna. A la vez nos permitiría observar todo lo que ocurría en esta zona y en la
plaza de San Mateo. Alguien, al ver el trípode dispuesto y el lugar elegido, imaginó el sentido de la espera. Fue una excelente compañía, amable y con buena información sobre el fenómeno. Se lamentaba de que sólo llevaba el móvil.
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Cambios de color en la ladera de la Montaña o Sierra de la Mosca. Las luces del atardecer. |
La tarde estaba especialmente agradable. Mucho visitante por la zona. Sobre todo, parejas jóvenes con niños. Dudas, siempre, consultando el mapa-callejero, si bajar las escaleras hacia el
Rincón de la Monja o bordear el
Museo por el
Callejón del Gallo. En ambos casos buscando, supongo, la
ermita de San Antonio y el
barrio judío. A estas horas el
Baluarte de los Pozos estaba ya cerrado. Fotos y "
selfies" de/con la
fachada de las Veletas o la
Montaña o la
Torre de las Cigüeñas, sin apenas reparar en el original remate de gárgolas y balaustrada de cerámica de la citada fachada. En una hora, además, en que los rayos dorados del sol poniente iluminaban dicho remate. Una pareja pareció interesarse por estos elementos cerámicos. No me resistí a indicarles que por el
Callejón del Gallo podían contemplar las gárgolas y balaustres originales. Aunque muy deteriorados. Dos adolescentes repararon también en el epígrafe empotrado de
Herenia Severa y en su transcripción en una pequeña lápida de bronce. Con estas luces el epígrafe es muy legible.
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Gárgola
y balaustres iluminados por la luz del atardecer. Granito, ladrillos,
cerámica y mampostería de cuarcitas componen la bella fachada de esta Casa de las Veletas. |
Al saliente y al poniente
Durante la espera: cambios de color en la
Sierra de la Mosca, dorando los campos y el caserío; tonos anaranjados tintando las gárgolas y balaustradas de la fachada de la
Casa de las Veleta; pero, sobre todo, las múltiples variaciones en el color del cielo de poniente con la silueta de la espadaña y chapitel de
San Mateo, del edificio del
convento de San Pablo y del remate almenado de la
Torre de la Cigüeñas. Y, después, la salida y ascenso pausado de la luna. Todo un espectáculo. Pasen y vean.
La secuencia de imágenes tienen un orden cronológico. Permite observar los cambios de luz en el cielo de la puesta de sol, a la vez que, en la zona de la Montaña, al saliente, la luna iba ascendiendo sobre el horizonte.
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Cruz y veleta sobre el tejado de la Casa de los Caballos. Al fondo, desdibujado, el paisaje de la Montaña. |
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Silueta de la espadaña y chapitel de San Mateo. Múltiples variaciones del color en el cielo de poniente. |
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Grajillas en vuelo y posándose sobre sobre la veleta y cruz que remata la campana del reloj en el chapitel de la iglesia de San Mateo. Segundos antes de que dieran las 21,30h desaparecieron de este lugar. |
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Remate de la espadaña de la iglesia de San Mateo. El nido de cigüeñas, ahora, vacío. |
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Una bella chimenea, tantas veces fotografiada, sobre una de las casas de la esquina oriental de la Plaza de las Veletas. |
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Momentos de especial contraste de luz en el cielo, tras las estructuras de la iglesia. |
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A las 21,29h, en el horizonte de la ladera de la Montaña, aún no había aparecido la luna. |
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Nuevas tonalidades en la zona mirando hacia el ocaso. |
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De izquierda a derecha: ábside y cruz del convento de San Pablo, espadaña y chapitel de San Matero y casa y torre almenada de las Cigüeñas. |
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21,35h. Apareció la luna. Ladera de la Montaña y carretera de subida al santuario. |
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Las "ascuas de un crepúsculo morado" (A. Machado). |
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La salida en detalle |
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Bellas luces acompañaron la salida. |
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En la parte inferior derecha de la luna aparece una zona manchada, de color más oscuro. Es la muestra del eclipse parcial. |
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Luces del atardecer sobre la pérgola del conocido hotel de la Plaza de San Mateo. A la izquierda, farol del convento de San Pablo. |
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La belleza de la espadaña y contrafuerte de la iglesia de San Mateo. Al fondo variaciones del crepúsculo. |
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Más detalles sobre el eclipse (parte inferior derecha de la luna. |
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A las 21,42h. "De amarillo calabaza, /en el azul, cómo sube / la luna sobre la plaza" (A. Machado). |
Poco después, la luna se ocultaba parcialmente tras unas nubes. Nuestro objetivo estaba cumplido. Luna y luces del atardecer nos habían regalado un momento irrepetible. Pero que repetiremos. Aunque ese será otro momento.
Texto y fotos: José Vidal Lucía
Espectacular !!!!!
ResponderEliminarGracias, Montse. Me alegra que te guste.
EliminarHola
EliminarHola, Chelo. Me alegra verte por aquí. Bienvenida.
EliminarMaravilloso relato con fotos sugerentes,que llegan y traspasan.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Muchas gracias, Esperanza,por tu valoración. Me alegra que te gusten. Un abrazo.
EliminarAh!,me encanta lo del arandel😉
ResponderEliminarSí, a mi también. Lo del arandel es algo muy propio, y diría único, de aquí de Cáceres. La palabra no existe en castellano, pero para mí siempre ha tenido resonancias especiales. Lo explico en la primera entrada del blog. Además estas fotos de la luna y atardecer están hechas "junto a un arandel", como habrás leido. Seguiremos.
EliminarEspectaculares imágenes!!!. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Julita, por tu valoración. Un abrazo.
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