Don Juan Tenorio en el Festival de Teatro de Alcántara 2017


Escena del acto final: Panteón familiar con las esculturas marmóreas de doña Inés y de don Gonzalo de Ulloa. A la derecha, un don Juan, ciertamente transformado, pero siguiendo en su línea de valentón y bravuconería.
 
 Asistir al Festival de Teatro Clásico de Alcántara, conlleva, por mi parte, el rito de bajar al Puente, tomar un bocadillo, mientras atardece, y esperar a que la iluminación artificial alumbre esta imponente estructura. Ahora, puede contemplarse desde abajo. Este año, la luna, en creciente, comenzó a aparecer tras los cerros donde se asienta Alcántara. Desde el puente, la vista era especial. Puente, teatro, y luna, ... una cita ineludible.

El puente de Alcántara. Atardecer del 4 de agosto.

Luna creciente de 4 de agosto. Desde el puente.
Edículo de Lacer y también ermita de San Julián. Dedicado por C.I. Lacer a su amigo igaeditano Curio Lacone, de la actual Idanha a Velha.


La noche del 4 de agosto se presentó especialmente calurosa. Y el magnífico escenario del Conventual de San Benito estaba dispuesto para recibir a la Compañía De Amarillo Producciones, bajo la dirección de Pedro A. Penco, que interpretaría en esta 33ª edición del Festival de Teatro Clásico de Alcántara un Don Juan Tenorio, versión de Miguel Murillo. 

Pequeños murmullos al comienzo, "¡Cuál gritan esos malditos! ...", pero pronto se hizo el silencio que nos permitía seguir la obra. Como puede observarse en las imágenes, los actores representan un Tenorio a la moda de la época de Zorrilla, lo que resulta, estética y conceptualmente, muy adecuado. Esta puesta en escena, junto con los elementos escenográficos, minimalistas pero muy funcionales para representar los diversos lugares en que se desarrolla la obra, la acertada interpretación de los actores, la manera de decir el verso, los cambios de escena, ...; todo colaboró para una representación que fue "in crescendo", como la luna, introduciéndonos en una trama y texto muy conocidos, pero que mantienen el interés, sobre todo por cómo se va disponiendo la puesta en escena. En fin, una actuación muy meritoria. Los actores realmente acertados en sus papeles (más lucidos los que disponen de más texto y tiempo en escena): Guillermo Serrano, un estupendo don Juan romántico; Ana Batuecas, dulce y débil, pero apasionada, doña Inés; Rafael Núñez, un comendador muy convincente en la defensa de su honor y en la protección de su hija; Fermín Núñez (don Luis Mejía y don Rafael de Avellaneda), Francis Lucas (Ciutti), Memé Tabares (Brígida), Juan Carlos Castillejo (Butarelli y Capitán Centellas), Pedro Penco (don Diego Tenorio), Elena de Miguel (la Abadesa) y Gema González (Lucía).

¡Oh! sí, bellísima Inés,
espejo y luz de mis ojos;
escucharme sin enojos
como lo haces, amor es; ...
 
Mirando a través de la cámara, me pareció muy conseguida la propuesta estética del acto final: las esculturas marmóreas, la transformación de don Juan, las escenas del "convidado de piedra", la visión del propio entierro, la salvación a través de la virtud, ... Para mi, los mejores momentos de la obra.

Dejó entera / su hacienda al que la empleara / en un panteón que asombrara / a la gente venidera. /Mas con condición, que dijo / que se enterraran en él / los que a la mano cruel / sucumbieron de su hijo. / Y mirad en derredor / los sepulcros de los más / de ellos.


- ¡Don Juan Tenorio! / - Yo soy. / Y si no me satisfaces, / compañía juro que haces / a tus estatuas desde hoy

El "convidado de piedra".

- ¿Y aquel entierro que pasa? / - Es el tuyo. / - ¡Muerto yo! / - El capitán te mató / a la puerta de tu casa.

Que mueras / para llevarse tu alma. / Y adiós, don Juan; ya tu vida / toca a su fin, y pues vano / todo fue, dame la mano / en señal de despedida.

- ¿Muéstrasme ahora amistad? / - Sí: que injusto fui contigo, / y Dios me manda tu amigo / volver a la eternidad. / - Toma, pues.

Ahora, don Juan, / pues desperdicias también / el momento que te dan, / conmigo al infierno ven.


Yo mi alma he dado por ti, / y Dios te otorga por mí / tu dudosa salvación. / Misterio es que en comprensión / no cabe de criatura: / y sólo en vida más pura / los justos comprenderán / que el amor salvó a don Juan / al pie de la sepultura.

Clemente Dios, ¡gloria a Ti! / Mañana a los sevillanos / aterrará el creer que a manos / de mis víctimas caí. / Mas es justo; quede aquí / al universo notorio / que pues me abre el purgatorio / un punto de penitencia, / es el Dios de la clemencia / el Dios de don Juan Tenorio.


Este Tenorio fue también representado en la Plaza de las Veletas, de Cáceres, a finales de junio. Quizá este hecho restó algo de público a la representación de Alcántara, que mereció lleno total. De la de Cáceres habló en su blog "Pura Tura" el profesor Miguel Ángel Lama. Totalmente de acuerdo con su inteligente crítica. A ella nos remitimos. Doctores tiene la Iglesia.

Escenario en la logia del Conventual de San Benito. Después de terminada la representación.
 
Enhorabuena también a los organizadores (Montaña Granados Claver y equipo) por todos los aspectos positivos que han introducido en la organización del Festival y por la valiente propuesta de programación que han hecho. Les deseamos el mayor de los éxitos en su empresa.

Texto e imágenes: José Vidal Lucía
Los versos de pie de foto han sido tomados de
"Don Juan Tenorio", de José Zorrilla. Colección Averroes. Junta de Andalucía

Comentarios

Entradas populares de este blog

El cuento de "El pastor y el mes de marzo". Y un refrán. "Si marzo retuerce el rabo..."

Una visita al palacio de Sotofermoso, en Abadía, a través de imágenes y de algunos textos prestados

Las lavanderas de Cáceres y la fiesta del "Febrero". 1: Antecedentes y origen.

El agua quieta del aljibe. Casa de las Veletas. Cáceres

"Arbolando" el Cerro Tomillar de Riolobos

Albalá. Las Tablas de antaño. 1

De equinoccios, luz solar y grabados en el paraje de Los Barruecos

En el Museo de Cáceres. Una exposición sobre el yacimiento de Al-Balât

Preparando la Hoguera de Nochebuena en Albalá.