Día de la Poesía 2019. "Calle del arrabal" de Dámaso Alonso


Sirva este poema de Dámaso Alonso para celebrar el Día de la Poesía 2019. Está recortado de una página poética del Diario YA de la década de los 70 (siglo XX). La selección de poetas y textos la realizaba Dolores de Asís y las ilustraciones, Izquierdo. El poema forma parte del libro "Poemas puros. Poemillas de la ciudad" (Galatea, 1921). Siempre me pareció un texto de extraordinaria calidad y claridad poética y muy apropiado para utilizarlo en las aulas de 8º de EGB, en las que trabajaba en aquellos años. En la introducción a la obra de Dámaso Alonso que se hacía en la página, se consideraba que en este libro "el paisaje urbano, popular, está traspasado de emoción, expresada con palabras de todos los días, pero que, en el contexto poético, aparecen cargadas de significación, por un sentido del desvalimiento del hombre en el mundo".

Para una mejor lectura transcribimos otra edición posterior de este poema, que contiene algunas pequeñas variantes:
                      Calle del arrabal

Se me quedó en lo hondo
una visión tan clara,
que tengo que entornar los ojos cuando 
pretendo recordarla.

A un lado, hay un calvero de solares; 
enfrente, están las casas alineadas, 
porque esperan que de un momento a otro 
la Primavera pasará.
                                  Las sábanas,
aún goteantes, penden 
de todas las ventanas.
El viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia. 
Y hay las niñas bonitas
que se peinan al aire libre. 
                                           Cantan 
los chicos de una escuela la lección.

Las once dan.
                         Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.
Dámaso Alonso. Poemas puros. Poemillas de la ciudad.
Editorial Espasa-Calpe.
Colección Austral, núm. 1639.
El texto siempre me llamó la atención y lo utilicé en el aula como ejemplo de descripción realista de un paisaje de arrabal (rural o urbano), tras el que se vislumbra la realidad profunda de la vida de un lugar. Los estudiantes podían contar con un excelente modelo para aprender a describir un paisaje y sus gentes. La introducción general en los cuatro primeros versos; después, la visión de los elementos estáticos del paisaje (calvero de solares y casas alineadas), la localización en el tiempo (mediados de marzo), la aparición secuencial de elementos dinámicos (sábanas colgadas movidas por el viento de la mañana de marzo, las niñas que se peinan pausadamente al sol), la incorporación de elementos sonoros (cantos corales de los niños de la escuela, las horas del reloj) y por último la imagen dinámica, y sonora también, del viejo cojitranco que se balancea tras su carrito de naranjas. Otros aspectos de interés: el léxico, el verso libre, la rima asonante, los encabalgamientos, ...

Podría parecer que la estructura del texto, la visión de lo general y del detalle, la aparición secuenciada de elementos multisensoriales, los personajes, ... conforman un guión para filmar un plano-secuencia de una película en blanco y negro de los años 50 (o del neorrealismo italiano) con la acción localizada en las periferias urbanas. También, a pesar de la diferencia de años, la imagen de esta calle del arrabal la reconocemos en algunos de los cuadros que los "Realistas de Madrid" han realizado sobre los barrios periféricos de la ciudad. Amalia Avia, Antonio López, Isabel Quintanilla, Esperanza Parada y los escultores Francisco López y Julio López nos dejaron en sus obras, con trazos de lirismo y de realismo mágico, una visión inefable de estos paisajes de las afueras de Madrid. Viéndolos me viene siempre a la mente el texto de Dámaso Alonso.

Antonio López. "Madrid desde el cerro del Tío Pío". Óleo sobre tabla. 1962-1963. MNCARS. Sala 413.
 
Sin embargo, para un niño de los cincuenta, y de pueblo (entonces de secano), la imagen del poema tiene todas las connotaciones de lo que era la vida rural en los años de nuestra infancia. Las calles empredadas o sólo de tierra (con barrizal, y carámbano en los charcos, en el invierno), las casas alineadas con la ropa colgada secándose con el viento solano de marzo, las mujeres cosiendo en las resolanas, las viejas o las jóvenes peinándose a la puerta de su casa, el sonido coral de las lecciones cantadas en la escuela, las horas del reloj de la iglesia, los hombres volviendo del campo y dispuestos a "tomar las once" en la taberna, el agua corriendo por la "zabancha" a lo largo de todo el pueblo, el toque avisando sobre el bando cotidiano, el sonido del silbato del afilador, ... y también algún personaje peculiar, dedicado a su tarea diaria, que parecía formar parte del paisaje. 

En fin, el Día de la Poesía.

El recorte de la página del Diario YA. Década de los 70 (siglo XX)

Realización y comentario: ©José Vidal Lucía

Comentarios

  1. Una entrada muy poética. Yo que he nacido y crecido con esa estampa, tengo que entornar los ojos ya que son recuerdos que están en lo más profundo.
    Hoy en la escuela hemos recitado a Machado y les ha encantado.

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    Respuestas
    1. Gracias, María Silveria. ¿Cómo que has nacido y crecido con esa estampa?
      Me parece excelente que hayas leído a Machado con niños de Infantil. Una gran idea.

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    2. Soy cortijera andaluza. Nacida y criada en tierra de secano...

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