Un Belén Napolitano en el Palacio de los Golfines de Abajo. Cáceres

Belén Napolitano. Colección Basanta-Martín. Palacio de los Golfines de Abajo. Cáceres 2018
 
La primera entrada que hicimos en este blog en 2018 estuvo dedicada al Belén Siciliano con figuras de Ángela Tripi, una maravilloso ejemplo de los Pesebres italianos que formaba parte de la Muestra de Belenes "Alegría de la Navidad". No está nada mal comenzar el año con el Concierto de Año Nuevo de Viena, ni el blog con una muestra de los Belenes de tradición italiana. Este año, 2019, toca comenzar con el "Belén Napolitano", que forma parte de la Exposición "La Europa del Belén" en el Palacio de los Golfines de Abajo. Los belenes expuestos en la misma pertenecen a la Colección Basanta-Martín y son un recurso de primer orden para comprender la diversidad cultural y otros aspectos etnográficos de este conjunto de países de los que proceden. Aquí vamos a centrarnos en el monumental Belén Napolitino, excelente colofón de la muestra, al igual que el siciliano del año anterior.

Es suficientemente conocido que el Pesebre (o Belén) Napolitano muestra con singular maestría los ambientes, personajes, objetos, paisajes, etc, de la populosa Nápoles del s. XVIII. Durante el reinado de Carlos VII, rey de Nápoles, la tradición del presepe se acrecentó grandemente por la afición del rey y de su esposa Amalia de Sajonia a esta modalidad expositiva. En el palacio real, en los palacios nobiliarios y en las ricas casas de la burguesía se realizará un tipo de Belén que no atenderá tanto a lo devocional y religioso, sino a lo festivo con un sentido de ostentación, erudición y divertimiento. Con su llegada a España, como rey en 1759, Carlos III importará esta tradición del reino de Nápoles.

Son de referencia obligada tres de ellos existentes en España: el Belén Napolitano del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, el de la Fundación Bartolomé March (en Palma de Mallorca)  y el Belén que se expone en el Palacio Real de Madrid. El del Museo Nacional de Escultura procede de la Colección García de Castro y está fechado entre 1776-1800. Lo componen 184 figuras de gran calidad artística. Sobre los instrumentos musicales que aparecen en este conjunto hay un estudio de Joaquín Díaz al que haremos referencia más adelante. Del Belén del Palacio Real hablaremos en otra ocasión (1).

El Belén Napolitano, objeto de nuestro comentario, reúne unas 128 figuras que forman un abigarrado conjunto, pero que está perfectamente organizado en ambientes, ya tipificados en la iconografía del Belén desde el s. XVIII: la zona del Nacimiento, situado al principio en una cueva o portal, pero que, tras el descubrimiento de Pompeya y Herculano, se ubicará también en espacios de ruinas romanas;  la zona del campo, con los pastores y las diversas tareas agrícolas; la parte urbana con una gran diversidad de tipos, objetos, edificios y paisajes y, por último, la correspondiente al rico cortejo de los Magos de Oriente. Nos acercaremos a ellas y a los diversos elementos desde las imágenes.

La visita a estos belenes clásicos es una invitación a pensar qué son y cómo se llaman todos y cada uno de los elementos que lo componen: los personajes diversos que lo pueblan, el puesto de fruta o pescado, la taberna, los oficios, la reproducción de fuentes o ruinas, la arquitectura de los palacios urbanos y de las casas acomodadas, los instrumentos que tocan los pastores y algunos personajes del séquito de los Magos, la rica indumentaria de las figuras, los múltiples finimenti (accesorios) de todo tipo ... En definitiva, todo ese variopinto conjunto que define una época (el XVIII), una ciudad (Nápoles) y una sociedad y cultura.

Componentes del Presepe

En primer lugar, las figuras del Belén. Conocidas genéricamente como pastori, suelen tener un tamaño de unos 38 cms (la llamada Terzina). Están formadas por un flexible armazón de alambre, recubierto de estopa, que permite todo tipo de posturas y simulación de movimiento. A él se unirán el resto de componentes:
  • Las cabezas, de terracota policromada con ojos de cristal, en las que el escultor mostraba toda su maestría para expresar el carácter del personaje. Constituyen un impagable catálogo de tipos humanos, realizados con un realismo muy detallista (los personajes de la sociedad napolitana), o idealizados (ángeles, figuras del Misterio) y hasta recreados de manera pintoresca y exótica (Magos y su séquito).
  • Las manos y brazos, también en terracota. Las manos se modelan reflejando gestos muy expresivos y con los dedos dispuestos para la realización de tareas específicas.
  • Las piernas (hasta la rodilla) y los pies sirven también para tipificar a los personajes.
  • Se recubren con vestidos de tejidos reales que muestran la condición social.
Otros componentes básicos del conjunto son los animales (desde las aves de corral, animales domésticos y de pastoreo hasta animales salvajes y exóticos); los accesorios (llamados finimenti) que suponen un aliciente especial en los belenes (objetos, utensilios, ajuares, alimentos y productos, instrumentos musicales, ... todo un material etnográfico de gran interés); los decorados (zonas de campo con caminos, ríos, puentes; zona urbana con la posada, el pozo, la fuente y el mercado, y las  construcciones variadas, sean palacios urbanos o arquitectura popular).

Veamos a través de la galería de imágenes todos estos aspectos y componentes en el Belén Napolitano de la Colección Basanta-Martín, expuesto hasta el 10 de enero de 2019 en el Palacio de los Golfines de Abajo.

Zona del Nacimiento y Coro de Ángeles

Hay veces que en el Presepe Napoletano la escena del Nacimiento o Misterio no suele tener un lugar central o jerárquicamente relevante. Más bien ocupa un lugar secundario y casi anecdótico, aunque bien marcado por la gran cascada o nube de ángeles que cantan alabanzas.

La escena del Nacimiento no se muestra en una cueva, sino en unas ruinas de una antigua construcción romana. Frente al Misterio (que carece de mula y buey), aparecen dos pastores tocando música. Igualmente, a ambos lados,  se encuentran otros tipos populares tañendo sus instrumentos. En la zona superior, el Coro Angélico.
Coro de Ángeles coronando la escena. Uno con instrumento musical, otro como turiferario y el resto entonando alabanzas. Además del colorido de sus ropajes, todos están modelados con esa belleza idealizada, "angelical".
El típico pastor que se queda dormido y se pierde el anuncio. No puede faltar en estos belenes. Se le coloca recostado en una zona agreste, de campo, próxima al Portal. Destacable las frutas en la cesta de castaño, o la damajuana de agua en otra cesta. También la frasca de vino que protege con su mano. Los animales, aquí podemos ver oveja y ternera, se representan con un realismo muy detallado.
Zona Urbana

Todo un mundo lleno de personajes, construcciones, oficios, objetos y escenas diversas.

Escenas de variada actividad en el mercado, al aire libre o bajo unos soportales. Merece la pena observar la caracterización de los personajes populares a través de sus expresiones del rostro, sus gestos, indumentaria y actividad.
Escena de barbería y vendedor de vidrios.
A la izquierda, oficios artesanos. A la derecha, vendedor de paños. Detrás de él, fuente de estilo clásico con busto en el medallón del tímpano.
 
Pareja de napolitanos sentados a la mesa y atendidos por una sirvienta. Notable la relación de los personajes entre sí a través de la mirada y de los gestos de las manos. El naturalismo es excesivo en el tratamiento de los rostros reflejando ciertas taras, defectos y, posiblemente, enfermedades. Los ropajes y los objetos representados tienen una excelente ejecución.
Carnicería y puesto de verduras. En la línea que hemos explicado.
Compradora ante puesto de verduras, vendedor ambulante en primer plano y mujer vendiendo huevos a la derecha.
Compradora con cesta de frutas ante el puesto de pasta, mujer vendiendo mercancias diversas y panadero.
Pescadería. Miniaturas de pescado realizadas magistralmente.
Edificios y escenas urbanas

Escenas ante palacio urbano. Primera planta con grandes sillares, portada con columnas de orden compuesto y hornacina con escultura de bronce. La planta superior, con paramento estucado separado por pilastras, balcón con balaustrada y ventanas. Remate superior con balaustres. Múltiples personajes en la calle, ante el edificio, y uno singular a la derecha, sentado en la hornacina de unas ruinas. El Polichinela o Pulcinella.
Mujer de gran belleza y vestida a la morisca en el balcón observando lo que pasa en la calle. Los interiores que se muestran a través de las ventanas, puertas o balcones reflejan la riqueza de la familia: muebles de madera, candelabros y, sobre todo, cuadros. Unos "finimenti" o accesorios magníficos. Sólo nos falta identificar el cuadro.
Otra mujer de la casa atendiendo a dos nobles y/o militares con tricornio. Personaje portando una alfombras y otro con un saco. Detrás la imagen del Polichinela.
Teatro de Títeres con un Polichinela como protagonista. Los niños, atentos a la función.
El galguero.
Polichinela, personaje de la Comedia del Arte italiana, tocando la pandereta en solitario.

Cortejo de los Magos

Exotismo tanto en los personajes como en la fabulosa indumentaria de los Magos. Estos, representantes de los tres continentes conocidos en la Antigüedad, se dirigen al portal sobre briosos corceles. Los tres aparecen perfectamente diferenciados por su edad, fisonomía, vestimenta y el color de sus caballos. Les acompaña un sequito de músicos tañendo instrumentos y suele ser una muestra de lo que era la presentación de los embajadores orientales ante las cortes europeas.


Los instrumentos musicales

Es llamativa la cantidad de instrumentos musicales presentes en el Belén. Siguiendo el estudio que Joaquín Díaz hace de los que aparecen en el Belen del MN de Escultura, aventuramos aquí una posible identificación de los mismos.

En estas cuatro primeras imágenes, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, un hombre tocando el Violín, zíngara con pandereta, y otros dos con viola de gamba (posible) y zampogna.


El conjunto de tres hombres y dos mujeres, junto al Portal, tocan la flauta travesera, la zampogna, el arpa y la pandereta.


En las dos imágenes siguientes volvemos a ver la "zampogna" (gaita o cornamusa) tocada por un músico callejero. Pero lo que resulta muy interesante es el organillo que aparece a la derecha colocado sobre un carro para ser trasladado. Tiene una cuerda con pinzas para colgar las partituras. Si ampliamos la imagen, observamos lo siguiente: arriba a la izquierda, un cartel o tapa de libreto de "Rigoletto"; a la derecha, otro, invertido, de "Tosca" y, al lado, otro que anuncia la ANTICA SMORFIA NAPOLETANA "LA VERA", libro relacionado con una antigua tradición napolitana sobre el juego de la Lotería. En la parte media, a la derecha, una cartela ilegible. Según estos elementos que aparecen estamos ante un instrumento fechable ya a comienzos del s. XX ("Tosca" se estrenó en 1900).


Los músicos que cierran el cortejo de los Magos portan diversos intrumentos como platillos, tambores, timbales, serpentón y doble flageolet.


Notas:

(1). En el Palacio Real tuvimos oportunidad de visitar el Belén que se expuso en diciembre de 2016 y que estuvo dedicado a Carlos III en la conmemoración del tercer centenario de su nacimiento. Este conjunto, con unas 200 figuras y casas napolitanas, procede del Belén del Principe regalado por el rey a su hijo, el futuro Carlos IV. Es una verdadera joya artística que en la edición de ese año incorporó, además de escenas dedicadas a las ciencias y saberes de la Ilustración, una evocación de los trabajos arqueológicos en Pompeya y Herculano. También una recreación del juego de la lotería, otra tradición española traída por Carlos III desde el reino de Nápoles. Y tampoco faltó la referencia al Centenario del Quijote, visible en la representación de un teatrillo.

Para consulta:

Joaquín Díaz: Instrumentos musicales en el Belén Napolitano del Museo Nacional de Escultura.
Boletín del Museo Nacional de Escultura, nº 5, 2001. págs. 23-32.
José Miguel Travieso: El Belén Napolitano, un ritual lúdico para iniciados. Rvta Atticus, nº 12, nov. 2010.

Texto y fotos: ©José Vidal Lucía
 

Comentarios

  1. De verdad, es una joya bibliográfica.

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    1. Muchas gracias, Inge Salas, por tus palabras. Disculpa que no haya visto antes el comentario. Ahora estaba revisando la entrada y me he encontrado con él. Muy amable.

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