Cáceres. Una mañana de verano en la Torre del Horno.

La Torre del Horno al atardecer del día 26 de agosto de 2019. La situación atmosférica de esos días, con el fenómeno de la DANA o gota fría, generó una espectacular puesta de sol y crepúsculo. En algunos lugares fuertes aguaceros e inundaciones.

A mediados de agosto la prensa se hizo eco de la apertura al público de la Torre del Horno. Llama la atención que esto sea noticia. Esta torre se adecuó para su visita en 2009, después de la intervención y rehabilitación en la misma por el arquitecto Miguel Matas Casco (Proyecto y dirección de las obras de recuperación y apertura al uso turístico de la Torre del Horno de las murallas de Cáceres. Año 2.009). La actuación formó parte del Plan de Excelencia Turística y con el programa Interreg III. Previamente se hizo el "Estudio patológico integral de las Murallas de Cáceres" (2008), obra del citado arquitecto y su equipo.

Las visitas en estos años estuvieron bastante restringidas y sólo se podían hacer con guía. Nosotros realizamos una en 2015 con grupo de escolares del CEIP Dulce Chacón y otro de Segovia, acompañados por Javier Sellers. Era la única fórmula para visitarla. Lo que hacía que en la práctica es como si estuviera cerrada, o con entrada muy restringida, como tantas otras cosas en esta ciudad durante los últimos años (Museo Municipal, Yacimiento de Mayoralgo, Torre de las Cigüeñas, fuentes de la Plaza Mayor, ...). La noticia lógicamente sería que haya tardado tantos años en abrirse con normalidad. Una década. Pero nunca es tarde ...

Paneles informativos sobre la "Fortificación almohade" expuestos en una de las cámaras de la torre. Se acompañaban de una interesante maqueta que exponemos más adelante. Hoy se conservan los dos paneles, aunque en un espacio que, al menos el día de esta visita, estaba bastante oscuro para poder leerlos. La maqueta estuvo expuesta alrededor de 2015 en la planta baja del Consorcio (cuando estaba abierta como oficina de información). Este aspecto relativo a la informacion del enclave "in situ" es claramente mejorable.

Antes de nada debo reseñar aquí tres estudios fundamentales para el conocimiento de esta torre y de otros elementos del patrimonio de Cáceres. Uno, el libro "El desarrollo urbanístico de Cáceres. Siglos XVI-XIX)" (Cáceres, 1980) de la profesora Mª del Mar Lozano Bartolozzi. Dos, el titulado "Cáceres: una punta de lanza almohade frente a los reinos cristianos" (2006) (también algunos artículos en revistas especializadas) de Samuel Márquez y Pedro Gurriarán. Y tres, el estudio de la muralla realizado por Miguel Matas, citado más arriba. Para abordar el conocimiento de cualquier elemento urbano relacionado con la muralla y la fortificación almohade se debe contar ineludiblemente con estas obras.

La visita

Acudimos el día 20 de agosto a visitar la torre. Tres días de puertas abiertas para los ciudadanos de Cáceres. Entramos a las diez de la mañana. Momentos antes hubo una visita con el nuevo alcalde al frente. Por supuesto, los medios de comunicación entrevistando al alcalde y a los asistentes. Algunas colas en estos días. Tuvimos oportunidad de revisitar la torre con el objetivo de recorrer y observar las cámaras interiores, las terrazas y el estado de conservación general. También pretendíamos hacer una serie fotográfica de vistas urbanas conseguidas desde la terraza de la torre y en las cuatro direcciones. Las mostraremos en una próxima entrada.

Y además teníamos la intención de reflexionar sobre el monumento y su apertura al público. Repensar lo pensado sobre todos los aspectos que rodean a estos eventos que tienen que ver con el patrimonio.

El alcalde, Luis Salaya, observando la ciudad desde las almenas de la Torre del Horno y fotografiado dos veces. Buena idea la de observar la realidad urbana desde una atalaya adecuada. También a ras de suelo. No dudamos que así lo hará.
Colas para el acceso a la torre. En la imagen de la izquierda puede observarse el espigón albarrano que rebasa la muralla (sustentada en él) y que, según Samuel Márquez y Pedro Gurriarán (ver obras citadas), se prolongaría hasta la alcazaba como un verdadero muro diafragma de división de la zona intramuros en época almohade. Con el tiempo fue suprimido y quedó este arranque interrumpido. Para subir a la torre se perforó el muro, desde este frente y en el interior, creando una puerta y un acceso escalonado en fuerte pendiente que llega hasta la zona de las cámaras (ver foto debajo y otras más adelante).
A la izquierda, escalera de acceso (vista desde abajo). A la derecha, la misma escalera en sentido de bajada.
Los medios de comunicación entrevistando a los visitantes dentro de una de las cámaras abovedadas de la torre (imagen de la izquierda). En la otra, personas sobre la terraza del espigón y ante el cuerpo superior de la torre: puerta de acceso a las cámaras y remate de la terraza superior con pretil y almenas.

Muchos compañeros, amantes de la fotografía, bien pertrechados para la ocasión, haciendo sus tomas de las magníficas vistas urbanas que se divisan desde este lugar. Entre ellos, nuestro amigo Fernando Arias (en el centro) en su primera visita.

Es lógico que la apertura de algunos enclaves urbanos se considere como un buen incentivo para favorecer el turismo en Cáceres y, sobre todo, para alargar la permanencia temporal de los visitantes. Pero no hay que olvidar que estas iniciativas deben tener como destinatarios principales a los habitantes de la ciudad con el objetivo de que conozcan estos elementos patrimoniales y también los valoren y preserven para las generaciones futuras. Y entre estos ciudadanos, los miles de escolares y estudiantes de los distintos centros educativos que deberían ser objetivo prioritario.

Esto nos lleva a un tema de enorme importancia: la consideración de la ciudad como un entorno para el aprendizaje, o la ciudad en su conjunto como un gran recurso para la educación y la cultura. (Ver Nota Final).

Hoy nos limitaremos a hacer una pequeña aportación que favorezca este conocimiento de los elementos del patrimonio y genere algunos recursos que puedan sistematizarse en materiales dirigidos a tal fin

La Torre del Horno y sus elementos característicos

Vista general de Torre del Horno (frente Norte). A la izquierda (de menor altitud), muralla almohade que se interrumpe y apoya sobre el espigón albarrano que se une a la torre. Este muro de unión aparece perforado por un paso en arco (la información se completa en los párrafos siguientes). En la jamba izquierda, sillares y mampuestos, restos de una antigua torre prealmohade adosada a la muralla. En el centro, la torre albarrana con su gran altura. Muro albarrano y torre se apoyan, como veremos más abajo, sobre las cresterías de cuarcita, mampuestos y sillares de nivelación. El elemento de la derecha, es una construcción adosada a la torre que impide la visión completa del lado oeste de la misma.

Lo primero que llama la atención al contemplar esta torre en su entorno de las Piñuelas es su gran altura (17,20 m en el lado Norte, en dicha plaza). En esto coincide con el resto de torres exentas situadas en este flanco oeste de la cerca almohade. Debido a lo accesible de esta zona por la ausencia de grandes pendientes, se necesitaban torres más altas para favorecer la defensa.

En la imagen anterior puede observarse su adelantamiento de la línea de la muralla, a la que queda unida por un espigón o muro. Este modelo de torre adelantada y exenta y con un muro de unión es típica de las estructuras defensivas almohades. Son las llamadas torres albarranas. Esta es de libro. El espigón, con fábrica de tapial como la torre, se encuentra perforado por un paso en arco construido en ladrillo, conocido como arco albarrano, que permitía la circulación de la guardia por el pasillo de ronda formado entre la muralla y el antemuro. De él, en este lugar, sólo queda un pequeño vestigio.

Vista de un lienzo de la muralla o cerca almohade. Se observan los mechinales y la estructura de las hiladas del tapial. También el encuentro de este lienzo con el muro albarrano. En esta imagen se ve, mejor que en la anterior, los sillares y mampuestos de la adosada prealmohade.

Otro aspecto peculiar de esta estructura es cómo el espigón albarrano, según señalan Márquez y Gurriarán, avanza intramuros hacia la alcazaba, constituyéndose en un muro diafragma que divide el espacio intramuros en una zona de habitación, la medina, al norte, y otra dedicada a tropas y ganados, el albacar o albacara, al sur. La alcazaba se situaría en la zona más elevada entre ambos espacios y el muro continuaría hasta el Bastión o Conjunto defensivo de los Pozos. Así se puede observar en los planos que proponen ambos autores y en una maqueta que estuvo expuesta en la cámara de la torre y ahora se encuentra en el centro de la Torre de los Pozos. Hoy este muro aparece interrumpido en el adarve y perforado por un acceso con escaleras de mucha pendiente hacia las cámaras de la guardia en la parte alta de la torre.

La maqueta citada que recrea idealmente la fortificación almohade con su cerca perimetral, las torres albarranas, los cubos intermedios, la barbacana, el bastión de los Pozos, la alcazaba en el centro, y el muro diafragma de división de la ciudad en medina y albacar. Estructura propuesta, como hemos dicho, por Márquez-Gurriarán.

Los materiales de la torre

La torre está construida con tapias hormigonadas que en el lado N, de la Piñuelas, apoyan sobre sillares prealmohades reutilizados y mampuestos que se cimentan sobre crestones o canchos de cuarcitas. Ambos elementos (sillares y mampuestos) ayudan a nivelar la estructura que arranca maciza sobre ellos hasta llegar a la zona hueca de las cámaras y al pretil y almenas. La construcción de tapias se estructura en una serie de hiladas que responden a las dimensiones del cajón de madera para el encofrado (0,90 m de alto, según Miguel Matas).

Esta sería la secuencia de abajo a arriba:
Crestones de cuarcita (roca madre) – Mampuestos de cuarcitasillares reutilizadosestructura maciza de tapial en tongadas o hiladas sucesivasmuros en tapial del cuerpo de las cámaras  – pretil superior de la terraza y merlatura (almenas y merlones)

En los límites horizontales de cada hilada aparecen mechinales huecos que en su origen estaban ocupados por las agujas para sujetar los tableros de encofrar. Estos mechinales se protegieron con un encintado de mortero de cal, que hoy ha desaparecido en su mayor parte. Los huecos resultantes son ocupados como nidos por aves urbanas como las grajillas o los cernícalos primillas.

Vista de la cimentación de espigón (izquierda) y torre (derecha)

El cuerpo superior de la torre. Puerta de acceso a las cámaras abovedadas, pretil de la terraza y merlatura. Obsérvese un desagüe de la terraza más arriba de la puerta.

Fotos antiguas

En la primera foto que aportamos (incluida en dos publicaciones de mediados del XX) se observa el palacio de la Generala con sus palmeras muy pequeñas en este espacio anterior de relleno y elevación. A la derecha, la Torre del Horno en la que destaca la impronta de una casa sobre el muro albarrano. En la tercera, de Carlos Callejo, se puede observar el paso albarrano cegado. En las tres, la torre de los Golfines de Arriba aparece sin almenas, que se añadirían posteriormente. 

Vistas de la Generala y de la Torre del Horno. Foto: Javier. Una imagen igual, pero de peor calidad,  se publicaba en la revista Alcántara nº 138, año 1960, página 1001 con el siguiente pie de foto: "ALBUM EXTREMEÑO.– Cáceres: Palacio de la Generala. (Foto Javier)". Enrique Cerrillo y Mercedes Pulido publican esta foto (2005) con la siguiente información: "En A.C. Floriano. GUÍA HISTÓRICO ARTÍSTICA DE CÁCERES, Cáceres 1957. Lám. IV".
Luis Montes Quijada. Publicación en el grupo de Fotos Antiguas de Cáceres (31 de marzo de 2016) y fechada por él en 1963.
Publicada en "Arqueología de la Arquitectura. Muralla de Cáceres. Lectura de paramentos". 2008. Coordinador: Luis Caballero Zoreda. Incluido en el "Estudio patológico integral de las Murallas de Cáceres" de Miguel Matas Casco.

La biodiversidad en este entorno

En la visita a la ciudad histórica una de las experiencias más gratificantes que se pueden tener es la observación y escucha de las múltiples especies de aves que la pueblan. Grajillas, mirlos, vencejos, aviones, golondrinas, palomas, cernícalos, gorriones, estorninos, ... forman todo un conjunto de vida y algarabía en los muros, tejados y cielo de la ciudad. En este blog ya hemos hecho referencia en varias entradas a cómo habitan estas aves en este entorno: Festival de las Aves 2017; Aves urbanas 2: Las grajillas; El mirlo y la poesía; Vencejos de Cáceres... Día Mundial de los Vencejos; ...

Como muestra, publicamos ahora algunas imágenes de una pareja de cernícalos primilla que todos los años ocupan el mismo nido en el frente norte de la Torre del Horno. El nido se sitúa en el pretil que cerca la terraza de la torre. Otras aves pueden verse en los enlaces citados.

Primera imagen: Cernícalo saliendo del nido de la Torre del Horno, tomada el 12 de junio de 2018, a las 20:02h (hora oficial). Segunda imagen, cernicalo en vuelo con ciempiés, tomada el 25 de abril de 2018 a las 12:04h. Tercera imagen: Cernícalo posado en uno de los merlones de la torre, tomada el 6 de julio de 2017, a las 10:29h. Cuarta imagen: Cernícalo con cría en el nido y pareja saliendo en vuelo, tomada el mismo día a las 10:14h.

Nota Final:

Llama la atención que el Ayuntamiento de Cáceres, la Diputación o la Consejería de Educación (vía Unidad de Programas o CPR) no cuenten con algún tipo de organismo que tenga como objetivo el acercamiento y conocimiento del patrimonio urbano por parte de los escolares y estudiantes. La aproximación a esta realidad patrimonial depende sólo de la buena voluntad del profesorado de primaria o secundaria. Y además es una realidad no integrada en los currícula y programaciones de los centros.

Nos preocupa también el papel que en este sentido debe realizar el Consorcio de la Ciudad Histórica de Cáceres, convertido actualmente sólo en oficina de y para obras en el patrimonio. En los años 2015-16 José Antonio Estévez se preocupó dentro de esta institución de estas tareas relacionadas con la Educación y el Patrimonio, organizando unas jornadas sobre el tema y promoviendo la edición de materiales, que no pudo acabar por su traslado de destino.

Igualmente el papel del Consejo Municipal de Educación, las propuestas del Centro de Profesores y Recursos, la coordinación técnica de la Unidad de Programas Educativos, la difusión y utilización de los excelentes recursos generados por el SIG del Ayuntamiento de Cáceres, la necesidad de elaboración y publicación de materiales y recursos educativos para poner a disposición de los centros de enseñanza, etc.

Es claro que, cuando no hay propuesta pública, surgen iniciativas privadas de distinto tipo, cuyos objetivos no coinciden precisamente con el carácter educativo que debe tener esta actuación en el patrimonio.

Pero este es un tema de mucho calado para despacharlo en esta entrada. Habrá que abordarlo más detenidamente.



En una segunda entrega publicaremos vistas desde la torre.

Bibliografía

Jareño Quílez, Mª Ángeles, Lucía Egido, José Vidal: Cáceres. Elementos del Patrimonio. Materiales para el aula. Cáceres, 2015. (Inédito). Estos materiales fueron presentados el 23/11/2016 en el Palacio de la Isla, en el ciclo de Conferencias-Coloquios: Educando en Patrimonio Cultural, organizadas por José Antonio Estévez, como representante del Consorcio Cáceres Ciudad Histórica. La reseña del acto fue la segunda entrada de este blog. Pulsar para la consulta.

Jareño Quílez, Mª Ángeles, Lucía Egido, José Vidal:  blog: Aula de Patrimonio 6ºB. CEIP Dulce Chacón. Cáceres, 2015.

Lozano Bartolozzi, Mª del Mar: El desarrollo urbanístico de Cáceres. Siglos XVI-XIX. (Cáceres, 1980).

Márquez Bueno, Samuel y Gurriarán Daza, Pedro: La muralla almohade de Cáceres: aspectos constructivos, formales y funcionales. Rvta. Arqueología y Territorio, nº 10. 1. 2003, págs. 57-118.

Márquez Bueno, Samuel y Gurriarán Daza, Pedro: "Cáceres: una punta de lanza almohade frente a los reinos cristianos" (2006).

Matas Casco, Miguel: Estudio patológico integral de las Murallas de Cáceres. (2008) y Proyecto y dirección de las obras de recuperación y apertura al uso turístico de la Torre del Horno de las murallas de Cáceres. Año 2.009).

Pulido Cordero, Mercedes y Cerrillo Martín de Cáceres, Enrique: "Sobre una desaparecida torre de la muralla de Cáceres", Norba. Revista de Historia. Vol. 18, 2005, 147-161.

 Texto e imágenes (salvo las antiguas): ©José Vidal Lucía

Comentarios

  1. Genial,lo has bordado.Muy bien documentado.Enhorabuena y gracias por tu aportación con tantos detalles incluidas llamadas de atención para quien corresponda

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